En nuestro contexto actual, la práctica del yoga se destaca por ser en un poderoso recurso para la salud y el bienestar. Esta filosofía milenaria nos ofrece un espacio de autoconocimiento y empoderamiento de nosotros mismos conectando desde el cuerpo en movimiento.
En esta nota les voy a compartir algunos TIPS para hacer de la práctica de yoga una meditación; uniendo cuerpo, mente y espíritu con atención plena.
3) Incorporar el movimiento consciente: pensar con el cuerpo
Permitir que el cuerpo te muestre lo que quiere, puede y necesita sin imponerle un resultado desde la imagen mental de la postura perfecta. Tomar la postura final como una invitación para explorarnos y descubrirnos en el recorrido del armado más que como una meta en sí.
Dejar que la mente acompañe como un testigo neutro y una aliada del cuerpo y no como un ojo crítico que compara y exige.
Los invito a “pensar desde cada célula”, “fundir la mente con el cuerpo” y “escuchar lo que el cuerpo tiene para contarles y seguirlo”.
2) Utilizar la respiración como vehículo
Desde el yoga, el aire es el elemento que conecta a la mente (fuego) con el cuerpo físico (tierra) y el cuerpo fisiológico (agua). Y para eso ofrece una variedad de ejercicios respiratorios (pranayamas) que ayudan a tender ese puente entre la mente y el cuerpo.
Sugiero comenzar por traer la consciencia de la respiración durante la práctica y prestar atención a la guía de tu instructor para coordinar los movimientos con la inhalación y la exhalación. En cada respiración nos traemos al AQUÍ -que es nuestro espacio interno- y al AHORA -el tiempo de nuestra respiración-.
3) Generar un ambiente adecuado
En la situación actual, tenemos el desafío de transformar nuestra casa un estudio de yoga. Es ideal conseguir un ambiente despojado y despejado de muebles y adornos que puedan distraernos e impedirnos la libertad de movimiento. Y de ser posible, elegir un lugar de la casa con luz natural y cerca de ventanas que nos permitan una óptima ventilación.
4) Estimular todos los sentidos
La sensación nos ancla en el momento presente y sus vehículos son los sentidos (jnanendriyas). El sentido de la vista hoy sea quizás el más estimulado debido al uso de pantallas. Para purificar este sentido, existe una técnica llamada tratak que es específica para eso. Para armonizar desde el sentido del tacto, recomiendo buscar texturas agradables y que la temperatura del espacio sea adecuada. Elegir la música o el silencio hace que el sentido del oído esté en sintonía con la intención de nuestra práctica. Para mis prácticas armo playlists acordes al propósito de cada una. Cuando de olfato se trata, el uso de aceites esenciales (aromaterapia) y sahúmos inducen a diferentes estados anímicos de manera inmediata porque el olfato es parte del sistema límbico y éste conecta directo con nuestro sistema nervioso central.
5) Visualizar: el poder de las imágenes internas
Otra herramienta que resulta muy útil para traernos al momento presente es el armado de imágenes internas. Imaginar nuestro cuerpo por dentro y traducir nuestras sensaciones o aquello que queremos alcanzar con texturas, colores, calidades de movimiento, etc. Para la construcción de éstas, ayuda el conocimiento de nuestra anatomía y fisiología: ver imágenes de los huesos y los músculos para comprender su dinámica y acciones, ver videos del sistema respiratorio o de lo que vayamos a trabajar. Y luego combinar esas imágenes teóricas con nuestras sensaciones y desde ahí armar las propias imágenes internas. Cuanto más nos conocemos, mayor es el poder de ser protagonistas de nuestras transformaciones y mayor la libertad para elegir nuestro camino.